"Se descorre la cortina. El alma del libro va a ser juzgada. Los ojos del lector son dos geniecillos que buscan las flores espirituales para ofrendarlas a los pensamientos. Todo libro es un jardín. ¡Dichoso el que lo sabe plantar y bienaventurado el que corta sus rosas para pasto de su alma!... Las lámparas de la fantasía se encienden al recibir el bálsamo perfumado de la emoción."
Fragmento del prólogo de Impresiones y Paisajes (1918) de Federico Garcia Lorca.
Fragmento del prólogo de Impresiones y Paisajes (1918) de Federico Garcia Lorca.
No sé porqué, pero desde hace unos días pienso en Lorca y no puedo sacármelo de la cabeza. Hoy pensé en ese último poema: el que creó fruto de la duda frente al abismo que se abría ante él, mientras daba los últimos pasos hacia el infinito. Estoy segura que su mente dio vida al poema perfecto; en ese instante final, ante lo inevitable, donde no queda lugar para el temor, dolor , incertidumbre, porque ya todo fue consumado, solo hay certezas. Un espíritu tan exquisito no pudo estar ajeno a ese instante solemne: finalmente iba a desvelar el gran misterio; atrás quedarían las culpas y los culpables, los cómplices y los asesinos. La vida y sus miserias, los hombres y los miserables quedaron de este lado del camino.
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